La certificación 3C para productos audiovisuales de audio y vídeo debe basarse en sus funciones y cumplir con los estándares de seguridad, compatibilidad electromagnética y espectro inalámbrico. Los dos elementos más importantes de la Certificación Obligatoria de China (CCC) son las pruebas del producto (el producto a certificar se envía a un laboratorio de pruebas en China) y la auditoría de fábrica (la inspección del fabricante del producto por parte de auditores chinos). Una vez certificada, la certificación tiene una validez de cinco años, pero debe mantenerse anualmente mediante una auditoría de seguimiento.